En una sorpresiva y alarmante escalada de violencia en el conflicto entre Israel y Palestina, el grupo militante Hamás lanzó un ataque con cohetes sobre la ciudad israelí de Tel Aviv, en lo que constituye el primer ataque de esta naturaleza en meses. Esta acción agresiva ha generado una gran conmoción en la región, ya que Tel Aviv es considerada una de las zonas más seguras de Israel. El ataque ha sido calificado como una grave provocación por parte de las autoridades israelíes, que han prometido tomar medidas para proteger a la población civil. La situación es muy tensa y se teme que esta acción pueda desencadenar una espiral de violencia en la región.
Ataque aéreo en Tel Aviv: sirenas de alerta activadas en Israel
Las Brigadas Ezzeldín al Qassam, el brazo armado del movimiento islamista palestino Hamás, han lanzado un gran ataque con cohetes sobre Tel Aviv, el primero desde hace meses en el marco de la guerra de Gaza. El Ejército israelí ha confirmado la activación de las sirenas de alerta aérea tanto en la ciudad como en el centro de Israel.
Las Brigadas Ezzeldín al Qassam han anunciado que han lanzado una gran andanada de misiles sobre Tel Aviv en respuesta a las masacres sionistas contra los civiles. Este ataque sobre Tel Aviv sería el primero en cuatro meses y el primero también desde la nueva ofensiva israelí sobre la ciudad gazatí de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, que ha provocado el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas.
Defensa aérea israelí activada
La defensa aérea israelí conocida como Cúpula de Hierro se ha activado para repeler el ataque. Fuentes de seguridad han informado de un herido en la ciudad de Herziya, en la periferia norte del área metropolitana de Tel Aviv, pero de momento no hay constancia oficial de víctimas ni de daños materiales.
Además, los servicios de emergencia informaron de que ha caído metralla en varios lugares, en la ciudad de Ranana, al norte de Tel Aviv, y también en las urbes de Petah Tikva y Bnei Brak.
Ofensiva en Gaza: 81 muertos y 223 heridos en 24 horas
Por su parte, los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han dejado otros 81 muertos y 223 heridos en las últimas 24 horas, según los datos publicados este domingo por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Así, en el día 233 de guerra, la cifra total de muertos llega ya a 35.984, de los que el 71% son niños y mujeres; y la de heridos a 80.643 desde el pasado 7 de octubre. Las autoridades gazatíes insisten en que estos datos no incluyen a 10.000 desaparecidos que siguen bajo los escombros.
La agencia palestina de noticias Wafa denuncia que los ataques aéreos y la artillería israelí continúan golpeando diferentes áreas del norte del enclave, entre ellas una casa residencial de la ciudad de Beit Lahia.
El Ejército israelí asegura hoy en un comunicado que en la última jornada destruyeron más de 50 objetivos terroristas entre ellos instalaciones de almacenamiento de armas, lanzadores de misiles, puestos de observación y células de combatientes.
Las tropas llevaron a cabo una redada selectiva, basada en información de nuestra inteligencia, en una instalación de almacenamiento de armas incrustada dentro de una escuela en Yabalia, en el norte de Gaza, añaden en el comunicado castrense.
Persisten los ataques de Israel contra Rafah
En Rafah, en el extremo sur del enclave, seis civiles murieron, incluidos niños, tras bombardeos de aviones de combate israelíes contra una casa. También el campamento de refugiados de Ybina, de esta urbe, fue objetivo del fuego israelí lo que dejó más bajas entre los civiles palestinos.
Las víctimas, según fuentes médicas, fueron trasladadas al hospital de Kuwait, el único complejo médico de esta área que puede todavía tratar a pacientes y heridos, pese a que su director ayer advirtió que sin la entrega inmediata de más combustible no podrán seguir brindando servicios médicos.
La situación del sistema sanitario gazatí es cada vez más crítica y desde el ministerio de Salud se recuerda que hay al menos 60.000 mujeres embarazadas están en riesgo por falta de acceso a la atención médica así como unos 350.000 pacientes crónicos sin acceso a medicamentos.
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