La caída en picado del Cádiz CF desplaza la ansiedad a El Rosal
El fútbol español ha vivido una semana llena de sorpresa y inquietud en la ciudad de Cádiz. El descenso del Cádiz CF a la Segunda División ha generado un clima de incertidumbre en el ambiente deportivo local. La mala racha del equipo amarillo ha llevado a la preocupación a los aficionados, quienes esperaban un mejor desempeño de su equipo en la Liga Santander.
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Crítica y descontento en Cádiz: el descenso del Cádiz CF desata la ansiedad en El Rosal
El Cádiz CF ya sabe que la próxima temporada militará en Segunda. Este sábado tendrá que disputar a las 18.30 horas su último encuentro del curso en Almería ante otro recién descendido a la categoría de plata, pero la confirmación del descenso tuvo lugar el pasado domingo en Cádiz al no poder superar el equipo de Mauricio Pellegrino a la UD Las Palmas, escuadra que firmaba su permanencia en Primera con el empate.
No fue un día sencillo para el Cádiz CF, que decía adiós a cuatro temporadas consecutivas en Primera después de una aciaga temporada. El malestar en las gradas era más que notable. Cierto es que el cadismo arropó al equipo en los prolegómenos con un gran recibimiento a su llegada al Estadio Carranza y que animó a los jugadores durante el encuentro. Al final, eso sí, mostró su disconformidad con el papel del equipo esta temporada. Sobre todo el de algunos jugadores de los que se esperaba bastante más este curso.
También la tensión se pudo notar durante el encuentro con los cánticos de Brigadas Amarillas hacia la gestión de la directiva. Unos cánticos dirigidos hacia el presidente Manuel Vizcaíno y el vicepresidente Rafael Contreras. De hecho llegaron a apuntar una vez acabado el encuentro: «Vizcaíno y su directiva no nos permite animar a los nuestros. Han decidido que bombos, megáfono, pancartas y banderas quedan fuera del estadio. Una vez más se demuestra que no están a la altura de lo que el escudo representa».
E incluso desde este colectivo de animación cadista se apunta que el Cádiz CF le negó a Brigadas Amarillas hablar con los jugadores. Por esa razón explicaban a la afición a través de un comunicado el motivo de su cambio de actitud en los dos últimos encuentros en casa.
Pero todo no ha acabado ahí. La crispación llegó a los exteriores del feudo gaditano. Allí algunos aficionados del Cádiz CF recriminaban a ciertos jugadores su papel este curso. Hubo críticas a Maxi Gómez, a Darwin Machis e incluso a Álex, que tuvo que bajarse de su coche y pedir explicaciones a un seguidor por el tono de sus acusaciones.
Pero todo no ha acabado ahí. Durante uno de los días de esta semana un grupo de encapuchados acudieron a la Ciudad Deportiva de la Bahía de Cádiz (El Rosal) para mostrar su indignación. Fue a última hora de la mañana, en torno a las 13.00 horas, pero ese día no había entrenamiento. El club tampoco había anunciado en esta ocasión el plan semanal, tal y como suele hacer durante la temporada.
La actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado evitó que el incidente pasara a mayores y todo quedó en un susto.
El descenso del Cádiz CF ha generado un ambiente de malestar y descontento en la ciudad, y es probable que la situación siga siendo tensa en los próximos días.
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