La industria ganadera entra en crisis

La industria ganadera entra en crisis

La producción ganadera, sector clave en la economía de muchos países, se enfrenta a una crisis sin precedentes. La combinación de factores como la sequía, la subida de costos y la baja demanda han llevado a esta industria a una situación de inestabilidad financiera. Los ganaderos se ven obligados a reducir la producción y a despedir a trabajadores, lo que genera un impacto negativo en la economía local. La falta de apoyo gubernamental y la inestabilidad climática también son factores que han contribuido a esta situación crítica. En este contexto, es fundamental analizar las causas y consecuencias de esta crisis y buscar soluciones efectivas para salvar la industria ganadera.

La industria ganadera entra en crisis: La EHE golpea dura en España

El año pasado, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se cebó con los ganaderos de toda la Península, afectando a miles de animales y dejando graves secuelas en aquellos que sobrevivieron. Aunque la mortalidad no fue alta, los ganaderos se sintieron abandonados por las administraciones, que no tomaron medidas efectivas para contener la enfermedad.

Ahora, con la llegada del calor, se prevé que la incidencia de la EHE se eleve en el ganado vacuno y también en los ciervos silvestres, ya que el tiempo cálido favorece la actividad del mosquito que la transmite. Se espera que la probable nueva ola sea más violenta en el norte de España, donde la enfermedad llegó más tarde y hay menos cabaña inmunizada.

La EHE: una patología poco estudiada

El profesor asociado en el Departamento de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experto en ganado rumiante, Alberto Díez, ha informado de que, a pesar de ser una patología «poco» estudiada, es «previsible» que cuando suban las temperaturas repunte su incidencia porque se transmite por un mosquito. «Por el conocimiento que tenemos de este tipo de virus y cómo se comportan es previsible que con la llegada de las altas temperaturas vuelva a haber circulación del vector (mosquito) que lo contagia», ha insistido.

El ganado que ya haya pasado la enfermedad se encuentra inmunizado, por lo que la reaparición de la enfermedad será «mucho menor» en las zonas que se vieron muy afectadas respecto a las que aún no han tenido elevada prevalencia, especialmente la zona norte de España, como Galicia y Cataluña.

Medidas preventivas

Precisamente, y a falta de una vacuna contra la EHE, la pregunta que cabe hacerse es si hay otras medidas preventivas que minimicen los riesgos de contagio entre el ganado. En ese sentido, Díez ha remarcado que las acciones preventivas eficaces son «complicadas» porque «luchar» contra los mosquitos es «muy complejo». No obstante, pueden tener una eficacia «relativa» en las explotaciones intensivas, pero en las extensivas «se complica muchísimo».

Ante ello, ve fundamental que los ganaderos estén atentos a la «detección precoz» de síntomas en su cabaña e intenten que su ganado esté en «buenas condiciones» para que tengan «una buena respuesta inmune».

Distribución global y variedad de cepas

La EHE tiene una ampliación distribución mundial, de la que Europa había estado a salvo hasta finales de 2022. La relevancia real radica en la variedad de cepas existentes y en el comportamiento de cada una de ellas. En España ha circulado el serotipo 8, «pero a las puertas, en zonas de Argelia y Marruecos», hay casos de EHE con el serotipo 6, que también afecta al vacuno.

El «problema» es que «no hay inmunidad cruzada», por lo que la ganadería española que ya pasó el serotipo 8 no tiene protección frente al 6. Una cepa, la 6, que por cierto ha tenido una afectación a vacas «relativamente importante» en esos países.

Impacto por comunidades autónomas

Según la organización agraria Unión de Uniones, teniendo en cuenta los censos autonómicos de nodrizas y machos mayores de 24 meses en julio de 2023, en las seis comunidades más afectadas la mortalidad asociada a la EHE podría haber llegado a suponer en la Comunidad de Madrid 772 cabezas muertas (1,58%) solo de nodrizas y machos reproductores; en Castilla-La Mancha se habría alcanzado el 1,05% (1.385 cabezas); Cantabria, 0,91% (1.072 cabezas); Extremadura, 0,9% (4.348 cabezas); Castilla y León, 0,89% (5.931 cabezas) y Andalucía el 0,52% (1.112 cabezas). En términos absolutos, es Castilla y León la que se ha llevado la peor parte, con casi la mitad de las pérdidas de toda España.

Otras comunidades como La Rioja sufrieron los primeros casos relativamente tarde y 2023 no fue un año especialmente malo (solo 679 animales contagiados), pero eso significa que la cabaña está menos inmunizada para la campaña que comienza.