La neofobia alimentaria en bebés es un fenómeno que preocupa a muchas madres, ya que el rechazo a los alimentos puede generar angustia y desesperación. Esta condición se caracteriza por la aversión a probar nuevos alimentos y puede resultar en una alimentación limitada y desequilibrada. Las madres se enfrentan a un desafío constante para lograr que sus hijos acepten una variedad de alimentos, lo que puede generar sentimientos de frustración y preocupación. Es importante abordar este problema con estrategias adecuadas y pacientes, buscando la orientación de profesionales de la salud para garantizar una nutrición adecuada y el bienestar de los más pequeños.
La angustia de las madres ante la neofobia alimentaria en bebés
La Asociación Española de Pediatría (AEPED) define la neofobia alimentaria como el rechazo de alimentos nuevos o desconocidos que se resuelve con la exposición repetida al alimento. Aunque parece ser una situación fácil de abordar, las madres pueden sentir mucha frustración, miedo y dudas cuando sus hijos, literalmente, no quieren comer. Es por esto por lo que hoy hablamos con una nutricionista y una psicóloga que tienen experiencia en neofobia infantil.
Consejos de expertos para lidiar con la neofobia infantil
Mercedes Cimas, psicóloga infanto juvenil, nos explica que en la neofobia alimentaria infantil la edad de inicio suele ser tras el destete de la lactancia materna y en el paso a la comida sólida. Por lo tanto, es importante que las madres sepan que sus hijos, durante esta etapa, pueden empezar a mostrar problemas con la comida.
La paciencia, clave para superar la neofobia alimentaria en bebés
Algunas de las recomendaciones clave que ofrece Elena Toledano para abordar de la mejor manera la neofobia infantil son aumentar la variedad de las comidas y no retrasar los alimentos sólidos más allá de los 10 meses, no esconder las verduras triturándolas, mezclar los alimentos que no les gusten con otros menos calóricos y usar platos grandes para que, visualmente, no parezca tanta cantidad de comida, lo que puede agobiar un poco a los niños y favorecer el rechazo.
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