Las monjas han llamado a los guardias por el acoso mediático
En un inédito y impactante suceso, las monjas de un convento han decidido tomar una medida drástica para protegerse del acoso mediático que han estado sufriendo en las últimas semanas. Ante la presión constante de los medios de comunicación y la invasión en su privacidad, las religiosas han optado por solicitar la intervención de los guardias para garantizar su seguridad y tranquilidad. Esta medida sorprendente ha generado un gran revuelo en la opinión pública, y ha abierto un debate sobre los límites del periodismo y el respeto a la privacidad de las instituciones religiosas.
La Guardia Civil accede al monasterio de Belorado
En respuesta a una denuncia presentada por las propias religiosas, la Guardia Civil ha accedido al monasterio de Belorado esta mañana. Según José Ceacero, portavoz de las monjas, la razón detrás de esta llamada es el acoso mediático que han sufrido por parte de los medios de comunicación.
Un cámara se subió encima de un muro para grabar imágenes del interior tanto ayer por la noche como esta mañana, denunció Ceacero, ayudante del falso obispo Pablo de Rojas. Esta situación ha llevado a las religiosas a solicitar la presencia de la autoridad para proteger su intimidad y seguridad.
Las monjas no tienen intención de abandonar el monasterio
En declaraciones ofrecidas a los medios, Ceacero ha asegurado que ni entregarán las llaves ni tienen intención de abandonar el monasterio. No me han entregado ni a mí las llaves, tengo que pedirlas cada vez que entro, como para entregárselas a otro, ha dicho.
Además, ha insistido en que el derecho canónico no está por encima del civil, y por lo tanto, las religiosas no cambiarán de opinión de aquí al domingo ni se presentarán ante el Tribunal Eclesiástico.
Aspectos económicos
En cuanto a los aspectos económicos, Ceacero ha mencionado que él no entra en esas cuestiones y las propias clarisas se encargan de llevar dichos temas. Ha insistido en que su labor y la del falso obispo Pablo de Rojas se limita a ser asesores espirituales de las monjas.
La situación en el monasterio de Belorado sigue siendo tensa, con las religiosas decididas a permanecer en el lugar y a defender su derecho a la intimidad y seguridad.
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