En un caso impactante, un individuo ha sido acusado de enviar cartas explosivas, lo que ha generado gran alarma en la opinión pública. Sin embargo, lo que resulta aún más preocupante es que se ha descubierto que el acusado buscó ayuda en línea para construir artefactos peligrosos. Esta noticia destaca la importancia de verificar la información que se encuentra en línea y de buscar fuentes fiables y responsables para obtener información objetiva y veraz. Es fundamental evitar la difusión de información que pueda fomentar la violencia o la manipulación, y en su lugar, promover la búsqueda de información objetiva y responsable.
Jubilado de 74 años detenido por enviar cartas explosivas a instituciones españolas
Pompeyo González, un jubilado de 74 años, ha sido detenido y acusado de enviar cartas explosivas a varias instituciones españolas, incluyendo el Palacio de la Moncloa, la Embajada de Ucrania y el Ministerio de Defensa.
Se busca ayuda en línea para construir artefactos peligrosos
Según las acusaciones, Pompeyo González buscó ayuda en línea para construir artefactos peligrosos y explosivos. La Fiscalía ha ratificado sus conclusiones y ha solicitado al tribunal que le condene a 22 años de cárcel por un delito de terrorismo con resultado de lesiones y un delito de fabricación, tenencia, colocación y empleo de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios con finalidad terrorista.
Exfuncionario del Ayuntamiento de Vitoria detenido por enviar cartas con explosivos
Pompeyo González, exfuncionario del Ayuntamiento de Vitoria, ha sido detenido en su domicilio de Miranda de Ebro (Burgos) el 25 de enero de 2023. El acusado ha negado cualquier intención de cometer un acto terrorista y ha asegurado que solo quería llamar la atención.
¿Terrorismo o simple llamada de atención?
El juicio de Pompeyo González ha concluido y el tribunal debe decidir si el jubilado cometió un acto terrorista o si solo quería llamar la atención. La Fiscalía ha solicitado 22 años de prisión, mientras que la defensa de Pompeyo González ha argumentado que su representado no cometió un acto terrorista, sino una llamada de atención.
Pompeyo González ha reconocido que compró materiales en Amazon y que buscó ayuda en línea para construir artefactos peligrosos, pero ha negado cualquier intención de cometer un acto terrorista. La Fiscalía ha argumentado que el jubilado intentó alterar la paz pública y consiguió hacerlo.
Los artefactos explosivos fueron detectados y desactivados o explosionados de forma controlada, aunque uno de ellos hirió al responsable de seguridad de la Embajada de Ucrania en Madrid.
El caso de Pompeyo González ha generado gran interés y debate en España, y el tribunal debe ahora decidir si el jubilado cometió un acto terrorista o si solo quería llamar la atención.
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