En un esfuerzo por combatir el tráfico de estupefacientes, las fuerzas de seguridad han lanzado una nueva operación policial en la Costa de la Luz, una de las zonas más afectadas por el tráfico de marihuana. La operación, que se lleva a cabo en colaboración con las autoridades locales y provinciales, tiene como objetivo desarticular las redes criminales que se encuentran detrás del tráfico de esta sustancia ilegal. Según las últimas cifras, la Costa de la Luz ha visto un aumento significativo en la cantidad de incautaciones de marihuana en los últimos meses, lo que ha generado una gran preocupación entre la población local. Esta nueva operación policial busca garantizar la seguridad ciudadana y reducir la delincuencia en la región.
Nueva operación policial detiene tráfico de marihuana en la Costa de la Luz
La Guardia Civil de Chiclana ha llevado a cabo una nueva intervención que pone de manifiesto que la actividad del narcotráfico no cesa y que para ello necesitan contar con una logística eficiente, como es el caso de los 'petaqueros', aquellos que les suministran el combustible necesario para sus lanchas.
En esta ocasión, los agentes del puesto chiclanero han intervenido tres mil litros de combustible que iban cargados en una furgoneta. Además, también interceptaron una zódiac con garrafas en su interior. El operativo se llevó a cabo a primera hora de la mañana en torno al caño de Sancti Petri, entre Chiclana y San Fernando, considerado un 'punto negro' de la actividad de estas organizaciones criminales.
Según informan fuentes cercanas al caso, al verse sorprendidos cuando estaban cargando las garrafas, los delincuentes se dieron a la fuga, dejando abandonada la furgoneta y toda la mercancía. Esta acción demuestra que los traficantes buscan minimizar el riesgo, ya que pueden obtener grandes beneficios con un mínimo riesgo.
Las redes dedicadas a dar servicio de 'gomas' a otras bandas se extienden también por Cádiz desde Portugal y Galicia. Estas organizaciones criminales han adaptado sus estrategias para evitar la detección, ya que desde que se prohibió por decreto el uso y la navegación de las grandes narcolanchas en 2018, los traficantes que van y vuelven de Marruecos por hachís prefieren esperar en alta mar para cargar o alijar a la costa y no poner en riesgo que estas semirrígidas sean requisadas.
Por eso, cuentan con los 'petaqueros' para que les hagan llegar la gasolina que necesitan, además de motores si alguno se les avería, comida, o incluso tripulación si tienen que cambiarse o turnarse por algún motivo.
La situación de esta incesante actividad vinculada al narcotráfico ha sido nuevamente denunciada por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) a través de sus redes sociales.
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