En el marco de las elecciones europeas, un tema que ha generado confusión entre los electores es la práctica del voto dividido entre los partidos políticos PP y Vox. Sin embargo, es importante aclarar que esta práctica no constituye un voto dual, como muchos creen, sino más bien un voto nulo. Esta distinción es fundamental para entender el valor de cada voto emitido en las urnas. En este sentido, es esencial comprender las reglas electorales y las consecuencias de esta práctica para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto de manera informada y efectiva.
Bulo electoral: circulan imágenes con porcentajes manuscritos en papeletas de PP y Vox
Una serie de imágenes han empezado a circular por las redes sociales y aplicaciones de mensajería, mostrando papeletas del Partido Popular y Vox con porcentajes escritos a mano, lo que ha generado confusión entre los usuarios.
Las imágenes en cuestión muestran papeletas de ambas formaciones políticas con porcentajes del 50% escritos en cada una de ellas. Sin embargo, otras imágenes pertenecen a candidaturas de las elecciones generales anticipadas del 23 de julio de 2023, con nombres tachados y porcentajes del 80% y 20%.
Un bulo electoral
El contenido de estas imágenes es falso y constituye un bulo electoral. Introducir en un sobre papeletas de diferentes candidaturas o realizar inscripciones en las papeletas se considera voto nulo, según establece la Ley Electoral.
La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) establece varios supuestos para considerar un voto como nulo, entre los que se incluye la introducción de más de una papeleta de distinta candidatura, tachar o modificar nombres de candidatos o escribir cualquier expresión o alteración.
No hay voto dual
El voto dual es un fenómeno que consiste en votar a una formación política u otra dependiendo del tipo de comicios. Sin embargo, en España no existe la posibilidad de voto dual, y cualquier intento de hacerlo se considera voto nulo.
Es importante recordar que, según los expertos consultados, el voto dual es frecuente en territorios donde las fuerzas nacionalistas están muy presentes, como en Cataluña o el País Vasco.
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