Una pasión por la cria de canarios sin límites
En un mundo donde la cria de animales es una actividad cada vez más común, hay personas que destacan por su pasión y dedicación a esta tarea. Uno de ellos es Juan Pérez, un apasionado de la cria de canarios que ha llevado su amor por estos hermosos pájaros a un nivel sin precedentes. Con más de 20 años de experiencia en este campo, Juan ha desarrollado una colección única de canarios de diferentes razas y colores, y ha logrado crear un entorno ideal para que estos animales se desarrollen y prosperen. En esta nota, te contamos la historia de Juan y su pasión sin límites por la cria de canarios.
La pasión de criar canarios: un sueño que se convierte en tortura para vecinos
Lo que para su propietario es una afición puede convertirse en una tortura para sus vecinos. Los canarios son pájaros que destacan por su gran belleza y su canto, pero este último puede resultar molesto si se produce a cualquier hora del día o de la noche y de manera constante.
El problema surge cuando el número de ejemplares es elevado, como en este caso, con más de 60 canarios en un local del número 30 de la calle Duque de Frías, en el barrio del G-3. Las quejas de los residentes han permitido sacar a la luz un centro de cría que se encuentra en este local.
Un centro de cría sin licencia ambiental
El Ayuntamiento ha dado diez días a su propietario para que clausure la instalación por carecer de licencia ambiental. De no hacerlo, se hará de manera subsidiaria y luego se girarán multas.
El problema viene de largo. En diciembre de 2022, el área de Seguridad Pública constató la presencia de un gran número de canarios en este local y verificó que su dueño no tenía autorización alguna para ejercer la actividad.
Ya en febrero de 2023, el área de Licencias emitió un informe en el que se instaba a su regularización, algo que el propietario está dispuesto a hacer, una vez que conoció la documentación exigida para ello.
Una actividad incompatible con la zona residencial
Sin embargo, hace un año, tras presentar la correspondiente documentación, desde el Ayuntamiento de Burgos se informó negativamente debido a que el local está enclavado en una zona urbana consolidada, donde el uso característico es el residencial y no es compatible con la cría de animales.
«Se informa desfavorablemente la cría de canarios al no ser compatible con las actividades que el PGOU establece en la norma zonal en la que está situado», se indicó en el informe.
Y es que al exceder el número de pájaros enjaulados de los 30 y ser mayores de tres meses se considera una actividad ganadera y solo se puede ejercer en un suelo rústico.
La pasión de criar canarios puede ser un hobby apasionante, pero no debe afectar la calidad de vida de los vecinos. Esperamos que el propietario tome medidas para solucionar este problema y evitar futuras molestias.
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