La ciudad de Valencia ha marcado un hito al retirar las últimas 180 cabinas telefónicas que aún permanecían en sus calles y plazas, adaptándose así a la evolución tecnológica y al cambio en los hábitos de comunicación de sus habitantes. Esta decisión, que se enmarca en un contexto donde la telefonía móvil y las aplicaciones de mensajería instantánea son protagonistas indiscutibles, supone un paso significativo hacia la modernización del paisaje urbano. La eliminación de estas icónicas estructuras representa no solo un ajuste en el mobiliario urbano, sino también un reflejo de la constante transformación de las ciudades en la era digital. Este gesto simboliza el progreso y la adaptación a las nuevas formas de comunicación que caracterizan a la sociedad actual.
Valencia libera sus calles de cabinas telefónicas obsoletas y abandonadas
Las últimas cabinas telefónicas de Valencia desaparecen del paisaje urbano, marcando el fin de una era en la comunicación urbana.
Un operario retira una cabina abandonada en un proceso que ha sido llevado a cabo en tiempo récord por Telefónica, tras la solicitud de la alcaldesa María José Catalá.
Hasta la llegada de los teléfonos móviles, las cabinas telefónicas eran indispensables para comunicarse fuera de los hogares y centros de trabajo. Sin embargo, con el avance de la tecnología, se convirtieron en un elemento obsoleto, sin uso, lleno de suciedad y pintadas.
Según el Ayuntamiento, la retirada de las últimas 180 cabinas que aún permanecían en las calles y plazas de Valencia ha sido una prioridad para la alcaldesa, considerando que ensuciaban las calles y se encontraban abandonadas y en mal estado.
El concejal de Movilidad y Seguridad, Jesús Carbonell, ha destacado que los operarios han concluido la retirada porque era un mobiliario urbano obsoleto, sin uso desde hace años, criticando la inacción del anterior equipo de gobierno.
Desmontaje de una cabina en Valencia
El actual equipo de gobierno ha sido el responsable de llevar a cabo la eliminación de las cabinas telefónicas en menos de un año, con el objetivo de evitar la dejadez que sufrieron durante años y dejar las calles más limpias y aseadas.
Por su parte, el concejal de Compromís, Pere Fuset, ha acusado al equipo de Gobierno actual de desentenderse del tema por escrito, señalando que su grupo impulsó la iniciativa que ha permitido finalmente la eliminación de todas las cabinas de las calles de Valencia.
Con esta acción, los teléfonos públicos han pasado a la historia, marcando un cambio significativo en el paisaje urbano de la ciudad.
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