La ciudad de Cantabria se enorgullece de preservar una tradición centenaria en la elaboración de un dulce que ha trascendido fronteras. Con más de cien años de historia, esta delicia es un verdadero tesoro gastronómico que ha conquistado paladares tanto locales como internacionales. La cuidadosa elaboración de este manjar se ha convertido en un emblema de la región, manteniendo viva la esencia de sus raíces culinarias. Cada mordisco es un viaje en el tiempo, recordando los sabores y aromas de antaño que perduran en cada receta transmitida de generación en generación. La ciudad se enaltece al ver cómo su legado gastronómico sigue cautivando a quienes tienen el privilegio de probar este exquisito producto.
Descubre la historia de las deliciosas Pantortillas, el postre típico de Cantabria
Los españoles somos amantes de los postres. Disfrutar de dulces al final de las comidas o en la merienda es un momento de alegría y felicidad. En cada comunidad autónoma de nuestro país existe un postre típico, y en Cantabria se encuentra uno con un sabor espectacular.
En la 'tierruca' no solo son famosas las corbatas de Unquera, las palmeras de chocolate gigantes o los afamados sobaos. En Cantabria, en un pueblo con poco más de 9.000 habitantes, se elabora otro dulce con una historia curiosa a sus espaldas.
Las Pantortillas, un hojaldre dulce con forma circular y una capa de azúcar crujiente, nacen en Reinosa, una ciudad en el sur de Cantabria. Este postre, elaborado con harina, azúcar y manteca de cerdo, es popular en la región, aunque no tan conocido en otras partes de la península.
Reinosa, la ciudad donde nacen las irresistibles Pantortillas de Cantabria
En Reinosa, con una población de 9.095 habitantes según datos del INE en 2018, es donde surge esta delicia. Se dice que debido al clima y las condiciones de la ciudad, las Pantortillas solo se cocinan aquí, lo que le ha dado su merecida fama.
La leyenda cuenta que el origen de la receta se remonta al año 1850 con Nicanor García, un empresario de la época que regentaba un obrador de pan. Una noche, una masa de pan fermentada se mezcló con mantequilla en una tertulia, dando lugar a la Pantortilla. El panadero, impresionado por su sabor, comenzó a venderla tras algunas mejoras en la fórmula original.
El nombre de la Pantortilla aún genera debate entre los expertos en repostería. Algunos creen que proviene de la mezcla de 'pan' y 'tortilla' por su apariencia, mientras que otros sostienen que se debe al término 'pantorta', utilizado para referirse a panes de más de dos kilos en la comarca de Campoo, donde se sitúa Reinosa.
A pesar de no ser tan famosa como otros postres, la Pantortilla tiene una historia peculiar y deliciosa. Si visitas Reinosa, no olvides llevarte una como recuerdo. ¿Llegará sana y salva a tu casa? Nosotros apostamos a que sí.
Deja una respuesta