En un informe reciente, se ha revelado que Castilla y León registra una tasa de 4,12 fallecidos por cada 100.000 trabajadores, un dato alarmante que pone de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad laboral en la región. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de implementar medidas preventivas y protocolos de seguridad más estrictos en los lugares de trabajo para evitar tragedias evitables.
Castilla y León logra reducir un % las muertes laborales en un año
La siniestralidad laboral sigue siendo una lacra a atajar en Castilla y León. Año tras año, son miles los trabajadores que sufren algún percance en sus puestos de trabajo y, lo más grave, decenas, los que pierden la vida. En 2023, la incidencia de los siniestros laborales mortales se situó en la Comunidad en 4,12 fallecidos por cada 100.000 ocupados, muy por encima de los 2,92 de la media nacional. En total, en el ejercicio pasado, 38 personas fallecieron mientras se ganaban la vida, en Castilla y León, frente a los 50 del ejercicio anterior.
La Consejería de Empleo señaló en un comunicado que este dato supone una bajada contundente en los datos, gracias a la Estrategia de Seguridad, Salud Laboral y Bienestar Laboral que, tras más de un año de aplicación, da sus frutos y arroja unos primeros datos esperanzadores sobre el futuro de la seguridad de los trabajadores de la Comunidad. Y es que Castilla y León ha registrado la mitad de accidentes mortales en el trabajo que el resto de la media nacional.
Éxito en estrategia de seguridad laboral: Castilla y León baja mortalidad
Los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social, analizados por Ical, constatan que el índice de incidencia de los siniestros laborales mortales se situó en la Comunidad, en los 4,12 fallecidos por cada 100.000 ocupados, muy por encima de los 2,92 de la media nacional, donde se contabilizaron 581 muertos. No obstante, en 2022, esa ratio había alcanzado los 5,51. Castilla y León fue la quinta autonomía con mayor índice de incidencia de los accidentes mortales, por detrás de La Rioja (9,89); Castilla-La Mancha (4,96); Galicia (4,84) y Aragón (4,43).
Desde la Consejería de Empleo insisten en que la aplicación de la Estrategia de Seguridad, Salud Laboral y Bienestar Laboral deja un descenso de casi un 30% de las muertes en los puestos de trabajo, con una reducción de 14 casos con respecto al año anterior. Además, los accidentes graves en jornada de trabajo también han descendido hasta un seis por ciento, con 13 menos que en 2022.
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