La hostelería de Miranda del Ebro se encuentra en un estado de consternación y descontento ante la creciente ola de robos que ha azotado sus establecimientos. La impunidad con la que operan los delincuentes ha generado un clima de inseguridad entre los propietarios y trabajadores, quienes claman por una pronta solución a esta problemática. La situación se torna insostenible, afectando no solo la economía local, sino también la tranquilidad y estabilidad de la comunidad. Robos recurrentes han dejado en evidencia la vulnerabilidad de los negocios, provocando pérdidas significativas y un sentimiento de indefensión. Es imperativo que las autoridades tomen medidas contundentes y efectivas para brindar protección y justicia a los afectados, garantizando así el normal desarrollo de la actividad hostelera en la ciudad.
### Hosteleros de Miranda del Ebro exigen medidas ante la impunidad de los robos
Los hosteleros de Miranda del Ebro se encuentran en estado de alerta desde el verano pasado debido a la ola de robos que han sufrido en sus establecimientos. Los ladrones han golpeado repetidamente a este sector en diversos puntos de la ciudad, dejando a su paso un rastro de inseguridad y desasosiego. Calles como Vicente Aleixandre, Ronda del Ferrocarril, San Juan, Francia, Concepción Arenal, República Argentina, Ciudad de Vierzón o Santa Lucía han sido escenario de asaltos e intentos de robo durante este tiempo. En los últimos treinta días, se han registrado al menos cinco casos, lo que ha llevado a los hosteleros a sentirse desprotegidos y frustrados ante lo que perciben como una total impunidad.
Pepe Rey, presidente de la Asociación de Hosteleros Altamira, ha expresado su preocupación ante esta situación, señalando que los delincuentes actúan sin temor a las consecuencias, ya que incluso cuando son capturados, terminan siendo liberados rápidamente. La sensación de inseguridad en el sector hostelero de la ciudad es palpable, a pesar de la mayor presencia policial en las calles. Rey destaca que el problema no radica en la cantidad de agentes o patrullas, sino en la impunidad con la que operan los criminales, lo cual genera indignación entre los afectados.
Los hosteleros mirandeses han denunciado la reincidencia de los delincuentes, incluso cuando se tiene conocimiento de sus identidades. Ejemplo de ello fue la reciente detención de dos individuos que intentaron asaltar un bar en la calle Santa Lucía, quienes acumulaban un extenso historial delictivo que incluía detenciones por diversos delitos graves. Esta impunidad ha llevado a la comunidad hostelera a sentirse frustrada y vulnerable, no solo por las pérdidas económicas que sufren, sino también por el impacto emocional y psicológico que conllevan estos actos delictivos.
La ciudad de Miranda del Ebro sigue siendo blanco de la delincuencia, como lo demuestra el reciente intento de robo en una tienda de droguería y cosmética. Ante esta situación, los hosteleros exigen medidas concretas para frenar la impunidad y garantizar la seguridad de sus negocios y empleados. Es necesario un trabajo coordinado entre las autoridades policiales y el sector empresarial para combatir esta problemática y devolver la tranquilidad a la ciudadanía de Miranda del Ebro.
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