En una alarmante noticia, se informa que dos personas han sido mordidas por víboras, resultando en una de ellas en estado grave. Este incidente ha generado gran preocupación en la comunidad local, ya que las víboras son reptiles venenosos que pueden causar graves daños a la salud de las personas. Las autoridades sanitarias han tomado medidas inmediatas para atender a las víctimas y prevenir futuros ataques. Se hace un llamado a la población a mantener la calma y estar alerta en zonas donde puedan habitar estos peligrosos animales. Es fundamental recordar la importancia de actuar con prontitud ante situaciones de emergencia como esta para evitar consecuencias fatales.
### Grave situación: Una persona mordida por víbora se debate entre la vida y la muerte
En el año 2024, dos personas han sido atendidas en la Unidad de Toxicología Clínica de Urgencias del HUBU debido a la mordedura de una víbora, siendo una de ellas víctima de una situación crítica que requirió la administración de antídoto. Este procedimiento implica un ingreso hospitalario de hasta seis o siete días, con supervisión médica constante, con el objetivo de prevenir las complicaciones derivadas del veneno, que van desde un dolor neuropático permanente hasta, en casos extremos, la fatalidad.
El pasado año se registraron doce mordeduras, de las cuales siete fueron consideradas graves al requerir antídoto. No obstante, los profesionales de urgencias del HUBU advierten que la mayoría de estos accidentes con serpientes podrían evitarse. Recomiendan no intentar tocar ni matar a estos animales, ya que las serpientes suelen temer más al ser humano. Es fundamental mantener distancia y respetar su espacio.
Además, se destaca la importancia de extremar precauciones en zonas donde haya presencia de agua, sol y ranas, así como utilizar guantes al trabajar en huertas y ser cautelosos en áreas residenciales donde se sabe que hay presencia de ratones, especialmente entre marzo y octubre. La temporada de mordeduras suele ser durante este periodo, aunque debido a las variaciones climáticas, la época se ha vuelto más prolongada y variable.
El equipo de expertos en mordeduras de víbora de la Unidad de Toxicología del HUBU, compuesto por los urgenciólogos Francisco Callado, Alejandro López y Eliander Cubillo, destaca que la modificación climática ha impactado en los hábitats de estas especies, lo que, sumado al aumento del turismo en la región norte, aumenta el riesgo de exposición a estos incidentes. En las regiones de Burgos, Cantabria y norte de Palencia, se encuentran las tres especies de víboras presentes: la hocicuda, la áspid y la cantábrica.
Desde el año 2018, los urgenciólogos del HUBU han registrado todos los episodios de mordeduras de víbora que han atendido, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la prevención y la adecuada actuación en caso de estos eventos.
Para más información, se puede consultar la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o en su versión online.
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